Noticias: Santiago de Chile. Edición Agosto 2007
MINISTERIO CRISTIANO DE EVANGELIZACION ISAIAS
DIOS ES MI SALVACION
El Dpto. de Relaciones Públicas del Ministerio Cristiano de Evangelización Isaías dependiente de la Corporación Isaías, en esta Edición abierta a la comunidad ha estimado oportuno dar un reconocimiento y hacer pública la vida y obra de quién Dios mediante fue un valuarte y fundamento para que una familia integrada por 11 personas permaneciera unida en el tiempo y todos llegaran a conocer a Dios, se formaran como personas y tuvieran un futuro prospero superando las cruel barrera de la falta de medios, lo que llamamos hoy Corporación Isaías es parte de los frutos que alegremente podemos cosechar de su gran Obra, nuestra amada y por siempre recordada MAMITA OCTAVIA.
UNA HERMOSA FLOR HOY ADORNA LOS PALACIOS DEL CIELO
Leemos en el Evangelio según Mateo 9:20-22 Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.
En este relato trataremos de dar a conocer como la fe y convicción de una mujer la llevó a lograr a través del tiempo conquistar todas sus metas y así consagrar una vida de servicio a Dios, a los suyos y a una comunidad entera. Nos es muy grato poder estampar en estas pocas letras y relatar la vida y obra de una mujer que le creyó a Dios y de cómo su vida y toda su existencia tomo un rumbo hacia el cielo, sería tanto lo que debiéramos contar de Ella, pero aquí presentamos un resumen con los hechos más relevantes ocurridos en su vida.
Corría el año 1921 un día Domingo 4 de Diciembre, cuando llegó a esta vida una niña encantadora y muy hermosa, ella era Octavia del Rosario, sus padres muy felices don Manuel Jesús Oliveros Vilches y doña Ana Celia Sagal Muñoz, descendientes de una familia muy distinguida de la región del Maule, era la mayor de diez hijos, sus hermanos Víctor Manuel, Pedro Pablo (Pepe), Gaspar Baltasar fallecido a los 23 años de vida, Demetrio Antonio, Héctor Antonio (Cholito), Nora del Carmen, Iris Nélida del Tránsito, Mauricio Jesús y Ana Celia (Chelita), a quienes siempre recordaba y con mucho cariño.
Un niña muy alegre y hermosa con sus ojitos azules y su cabellera rubia, su juventud muy activa y trabajadora, pero fue desde niña que conoció el trabajo y en todo demostró una gran entrega y capacidad, todo esto con mucho esfuerzo debido a la escasez de comodidades y otras necesidades básicas para una familia tan numerosa, no pudo estudiar ya que su tiempo tubo que dedicarlo para ayudar en la crianza de sus hermanos menores, su regalona fue su hermana menor (Chelita, así la llamaba y con mucho cariño), fue desde entonces que afloró en ella su gran carisma que la caracterizaría y marcaría profundamente, ya corridos los años su habilidad para administrar y negociar la llevó a valerse por si misma, una capacidad mental para sacar cuentas realmente extraordinaria.
Fue esto y los atributos de su belleza que la hicieron muy famosa en el sector, una bella dama rubia y de ojos azules que ganó el respeto y admiración. A la edad de 29 años conoció a Don Mercenario el que cautivó su corazón, corría el año 1950 cuando se conocen y así un día Miércoles 18 de Octubre del mismo año contraen matrimonio en la Parroquia de Colbún, bendecidos por el cura párroco Simón de Yong, de esta unión nacen 11 hijos: Gaspar Mercenorio Antonio, Octavia Filea, Gladys del Transito (fallecida en 1954, tenia un par de meses), Leonidas de los Santos, Ana Celia, Manuel Jesús, Adolfo Eugenio, Ramona del Carmen (fallecida en 1961, tenia tres meses), Jorge Antonio, Leonel Francisco y por último Ricardo de los Santos.
Comenzar no fue fácil, sacar adelante una familia tan numerosa y sobre todo en aquellos años en que no existía garantía de ningún tipo era cosa solo para valientes. Recordaremos entonces los primeros años en donde este matrimonio junto a sus hijos mayores Gaspar, Filea, Leonidas y Manuel, tenían que arrendar tierras para poder llevar el sustento al hogar, los más afectados con todo esto fueron Gaspar y Filea ya que no pudieron seguir estudiando.
Tuvo un hermano con su mismo carisma, este era Víctor Manuel, más conocido como Don Manuel, la historia Chilena lo recordará por siempre ya que fue uno de los impulsores de la reforma agraria en Chile, tubo y dio mucho que comentar durante los años 60 y 70 de nuestra era, se que dice de ÉL en Labradores de la Esperanza:
En el paulatino proceso de toma de conciencia de la necesidad de luchar por la propiedad de la tierra en la VII Región, influyeron varios elementos. Significativa fue la importancia que tuvo la Iglesia, especialmente en esta región, para despertar en la gente la necesidad de desarrollarse y llegar a ser persona. Gran influencia tuvieron también los partidos políticos de izquierda. Socialista y Comunista, y más tarde la propia Democracia Cristiana. Ellos hicieron ver a los campesinos la explotación en que vivían y los impulsaron a organizarse y luchar por sus derechos.
También es significativo el aporte que hicieron algunos campesinos que para sobrevivir habían emigrado a las salitreras del norte, aprendiendo allí como organizarse y luchar, lo que transmitieron luego a la gente de sus tierras. A lo anterior hay que agregar un íntimo sentimiento de dolor, rabia e impotencia, frente al recuerdo histórico de luchas campesinas en otras partes del país que habían terminado en increíbles matanzas.
Manuel Oliveros, nacido en el año 1924, quien llegó a ser dirigente campesino por influencia de sus tíos y del Obispo de Talca, don Manuel Larraín, y que sobrevivió al Golpe Militar y a las horribles torturas a las que fue sometido en la Escuela de Artillería de Linares, recuerda en su libro "El Derecho de todo ser": "El Obispo Larraín fue una de las primeras personas que conocí de la Iglesia... él se jugó por enseñarle a la gente a defender sus derechos, repartió algunas tierras y, aunque a última hora, la Iglesia siguió su ejemplo."
Resultado de todo esto y durante este período gracias a nuestro tío nos trasladamos hasta Manuel Rodríguez en el año 1967, donde años más tardes y a la buena asesoría de su hijo Leonidas, peleamos y ganamos una parcela para nuestra familia. Parcela que en los años 90 nuestro papá terminó de pagar.
Lo duro y difícil que fueron sus años de matrimonio, hasta que mi papá conoció a Dios, sus primeros años de casada no fueron fáciles, su esposo que lamentablemente no tubo buenos amigos, bebía demasiado y no aportaba lo suficiente para solventar la familia, fue aquí una vez más que aflora la mujer fuerte, decidida y capaz, de esta manera encabezaba el grupo de trabajo en compañía de sus hijos mayores Gaspar, Filea, Leonidas, arrendando tierras y tomando ella misma el arado, así nunca faltó el pan en casa.
Descendiente de una familia religiosa, ella siempre fue apegada a Dios, un buen día unos amigos de la Iglesia Bautista nos regalaron una Biblia (la tía Tioli) y con ella comenzamos a conocer a Dios, la leíamos en casa casi todas las noches, recuerdo habérsela leído dos o tres veces en mi niñez. Cierto día los hermanos evangélicos de Semillero entraron al barrio predicando y fueron literalmente arrojados a la calle por el presidente del recinto (Sergio Zurita), esto trajo consigo una gran trifulca ya que mis padres y otros que nos apoyaron defendimos la posición del libre culto, finalmente se logró el acceso a la predicación del evangelio en Manuel Rodríguez. Posteriormente la MAMITA TALLA recibía a nuestros hermanos para que dejaran la bendición de sus predicaciones en nuestra casa, quién podrá olvidar esos vasos de agua con harina tostada o esos jugos yupi que tanto alentaban a los predicadores.
Pasado algún tiempo nuestra hermana Octavia junto a su hijo menor Ricardo, se avanzaron y tomaron la iniciativa tocados por Dios de asistir a la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile en Colbún. Recorriendo 6 Km. en un carretón, ni el frío, lluvia o el sol abrasador detuvieron la marcha de la obra de Dios para toda nuestra familia y la comunidad a la cual perteneciamos, hoy podemos darnos cuenta lo grande que es el poder de la oración y la perseverancia. Se ganó muy pronto el cariño de todos ya que la llamaban con ternura MAMITA TALLA.
Con gran aprecio se recuerda a nuestros hermanos del Rincón de Pataguas quienes jamás nos dejaron solos, a nuestro amado Pastor Lalo de Semillero, a los Ciclistas de Colbún, La Iglesia Bautista de quienes recibimos nuestra primera Biblia, La Iglesia Cuadrangular con nuestro amado pastor Juan Fco. Díaz.
Un día, don Mercenorio le consulta a nuestra hermana Octavia ¿a que viajaba a Colbún todos los domingos por la tarde siendo que los almacenes que normalmente frecuentaba estaban cerrados?, esto por que era la excusa presentada para poder salir de casa y le traíamos sus cigarrillos favoritos. Tomando valentía le declaró abiertamente que sus viajes eran a una Iglesia Evangélica. Pasado algún tiempo nuestro papá pasaría a llamarse el Hermano Mercenorio, para muchos el querido TATA MECHO.
Como olvidar el día en que Dios tocó al TATA MECHO, fue el día más maravilloso de su existencia y para todos nosotros, especialmente para mamá por lo que significaría posteriormente todo esto, durante un domingo por la tarde en que fuimos asignados junto a otra familia para visitar a nuestro hermano Lucho Lagos que se encontraba enferma su esposa. Una vez iniciado el servicio y después de la exhortación de la palabra del Señor, se estremeció aquella casa con la presencia del Espíritu Santo, bendiciéndonos con lenguas y otras manifestaciones del Espíritu Santo, esa noche a nuestra hermana Octavia se le entregó un niño en pañales, era el nacimiento de un Discípulo de Jesucristo, EL TATA MECHO había nacido como un hombre nuevo, lleno de fe, esperanza y amor.
La mano firme y certera llena de esperanza y fe de la MAMITA TALLA pronto daría frutos y el resultado del toque de Dios en el TATA MECHO fue muy trascendental e importante, ya que todo esto, facilitó la llegada del evangelio a toda nuestra familia y a toda la comunidad de Manuel Rodríguez y del Rincón de Pataguas debido a que uno de sus sitios lo asignó a la construcción de un Templo dedicado al servicio de su Dios y sus casas fueron usadas como Iglesias.
Primero fue en su casa que se realizaban servicios, hasta campañas se lograron en sus predios y que fueron de mucha bendición y provecho, luego construyó una linda galería que la asignó para las reuniones y posteriormente levantó una maravillosa Iglesia con el fruto del esfuerzo de su trabajo en su parcela y la ayuda de la Juventud de la Iglesia de Colbún. Amigos como don Armandito Cofre que siempre estuvo a su lado y con su aporte, nuestro hermano Barros de Caracoles, y como no recordar a nuestros hermanos René y Roberto Arriagada, hermano Luís Ramos, hermanos Segundo y Luís Navarrete, Benjamín y José Ortuya y así a tantos otros que sería larga la lista de mencionar. Debemos recordar también que su casa de Rincón de Pataguas también sirvió para cobijar la Iglesia, con cariño recordamos a nuestros hermanos Rigoberto, Hugo Cofré, un abrazo para nuestro hermano Pinochet. Todo esto bajo la administración de nuestro amado Pastor Presbítero Alberto Pardo de Santa Ana de Queri y con la dirección en Colbún de nuestro querido hermano René Arriagada, hoy gran Ministro y Pastor de la Iglesia Unida Metodista Pentecostal de Chile.
Durante el año 1995, fue el año en que por fin ve el Templo construido y funcionando, fue emocionante ya que estaba construido en su tierra algo que anhelaba con ansias, ella también tomo parte activa en la asignación de recursos para esta construcción, es más fue quien dispuso asignación del sitio para la construcción del Templo. Y eso no es todo, la ardua tarea de dar el alimento a todos los que colaboraron en esta construcción también era tarea de ella.
Sus hijos encabezados por nuestro hermano Leonidas quién fuera el Primer Predicador a cargo del Local, jugó un papel importantísimo en todo esto ya que fue el que tubo toda la responsabilidad en la Administración de la Parcela y en la Construcción y dedicación del Templo para el Señor, también recordamos a Leonel y Ricardo, estos últimos fueron los primeros hermanos que se dedicaban al estudio y entrega de la palabra del Señor, inclusive hasta antes que Leonel saliera del Catolicismo, preparaban sus estudios en forma conjunta para luego entregarlos a sus hermanos, tanto en la Capilla Católica (Leonel) como en nuestra Casa (Ricardo) a los hermanos que allí se congregaban.
El Señor Jesús la preparó para su partida, nunca pudo olvidar al TATA MECHO, sus ojos se llenaban de lágrimas al recordarlo, toda una vida juntos no era para menos, sin embargo cada vez que decaía su salud luchaba y se aferraba a la vida, pero el momento llega y ella lo sabía, el día de su partida le declaró a Anita (su hija amada quien la cuidó en sus últimos años) que su hora había llegado, y fue así, la noche de su partida bendijo a Panchito y le predicó a una joven que tenía su madre enferma.
La MAMITA TALLA se presentó ante el Señor el pasado 4 de Agosto 00:45 hrs. una fiel mujer de nuestro Señor Jesucristo, fiel a sus ideales, fiel a su marido y fiel a su familia, tenía 86 años, era la mayor de 10 hermanos, tuvo 11 hijos, 21 nietos y 7 bisnietos. Compartió su vida con el TATA MECHO 56 años y 11 meses estuvo esperando el reencuentro después de su partida, 44 años estuvo inválida por un problema en sus caderas, pero esto no fue impedimento para luchar, en este estado nacieron sus hijos menores Leonel y Ricardo. Dios la honró hasta en sus últimos días, regaloneó en casa de su hija Anita junto a sus nietos, hasta en el día de su sepultación ocurrieron hechos que serán recordados por siempre, personas que la conocían estaban admirados que tanta gente incluso desconocida para ellos la quisieran y respetaran tanto. Todo una Dama, no podemos dejar de agradecer a nuestro Dios por todos estos años que la tuvo a nuestro lado, gracias por tu cariño, respeto, sentido de responsabilidad, tu alegría incomparable y tu sencillez extraordinaria, y por sobre todo tu capacidad.
Durante su Sepelio estuvo visitado por diversas autoridades tanto civiles como religiosas y tanta gente que mucho la quiso y a quienes tanto se dio especialmente a su familia. Agradecidos de nuestros Hermanos y Amigos por su aprecio, Un reconocimiento a la Comunidad de Colbún y sus autoridades civiles y religiosas, en especial nuestro Amado Pastor René Arriagada y su esposa nuestra Pastora Uve quienes eran sus queridos PASTORES y sus amados hermanos de la Iglesia Unida Metodista Pentecostal, a nuestros hermanos y amigos de la Iglesia Metodista Pentecostal de Colbún de quién jamás se olvidó pero sufrió mucho en silencio por causa de su abandono, nuestro amado Pastor José Vega quién la llegó a conocer y querer tanto al igual que su familia que para Él la MAMITA TALLA era parte de su propia familia, Pastores de la Iglesia Cuadrangular, Consejo de Pastores de Colbún y Linares, nuestros hermanos Gedeones.
Para recordar algunos hechos que marcaron profundamente su vida
Lo más importante es la separación de sus hijos de su lado, nunca pudo contar con todos ellos, cuando era yo pequeño recuerdo haberla visto llorar muchas veces en la cocina, me decía que era por lo lejanos que estaban algunos de mis hermanos, cuando crecimos por lo distante y ausente que fuimos de ellos, ya viviendo en Colbún me dijo al sentirse tan sola es muy triste llegar a viejo hijo, siempre buscaron el cariño y compañía de los suyos y tan difícil que se hizo esto. Recuerdo haberla escuchado decir muchas veces, quisiera que todos fueran chicos todavía, porque de esta manera estarían a mi lado.
Cuando murieron mis hermanitas que nunca conocí, cuenta que eran muy lindas, siempre soñaba con ellas que la venían a buscar en un carro de fuego, me decía que eran los ángeles que Dios mandaba para proteger la familia.
Cuando se separó Gaspar, Isabel siempre fue una hija muy querida para ella y esta separación rompió su corazón.
La ausencia de la compañía de Filea, siempre tan lejana que la sintió. Sus hijos muchas veces ocuparon ese lugar, sufrió mucho con el comportamiento de Pancho, y siempre oró para que todo se arreglara.
Cuando enfermó Leonidas, este fue un hecho que marcó muy profundamente a nuestra familia, Anita inclusive dejó los estudios para cuidarlo en Santiago, aquí se destacan nuestros hermanos de la Iglesia Metodista de Colbún ya que nunca nos dejaron solos, recuerdo las palabras de nuestra hermana Zoila como si fuera hoy y muchas cosas se han cumplido al pié de la letra, otras las sigo esperando. Luego el nacimiento de sus hijos ambos con problemas, no hubo día que no pidió misericordia a su Dios por esto. Leonidas era de los que en las vacaciones tanto de verano o invierno organizaba toda la casa y asignaba las tareas que debía desarrollar cada uno de nosotros, nos cortaba el pelo a todos, fue el veterinario de la zona, quién podrá olvidar los partos que tubo que asistir, un joven brillante, en el colegio siempre destacó con los primeros lugares, a la edad de 18 años fue invitado a una fiesta y jamás volvió a ser el Leonidas que todos conocimos, mamá siempre dijo que debemos seleccionar con mucho cuidado nuestras amistades.
Cuando nació Manuel, su estado de salud en sus primeros años fue muy mala y demandó mucho sacrificio, luego cuando tubo el problema en la Escuela de Oficiales, no aguantó y viajó a Santiago a ver a su hijo.
Anita, cuando nació Panchito, siempre los hijos son una bendición, pero el nacimiento de Panchito fue muy especial, aquí podemos ver nuevamente el amor de madre en acción ya que en ningún momento dejó sola a Anita, a tal punto de viajar especialmente a buscarla a Santiago para poder cobijarla y ponerla a su amparo, por eso uno de sus últimos gestos de amor fue dar una bendición especial a Francisco Javier horas antes de partir.
Cuando Adolfo dejó de ir a la Iglesia, y lo distante que fue Alicia tantos años de ellos, estuvo siempre en sus oraciones matutinas y dijo “un DIA mi hijo y toda su familia tendrá que llegar a los brazos de mi Dios”. Sufrió en silencio y oraba con la esperanza de que todo se arreglara.
Cuando nació Jorge, al mes de nacido ella cayó en la plaza de Colbún y nunca más pudo caminar bien. Ya crecido lo distante que fue de ellos y lo poco cariñoso, también sufrió mucho cuando se separó y lo inestable que ha sido su vida personal y sentimental, ella dijo un día veré a mi hijo como un hombre de Dios regenerado por Cristo.
Cuando Leonel quería ser curita, tan bromista que me salió decía. El trabajo realizado por Leonel con los niños de escasos recursos en la zona nos dejaba con pocos víveres en casa, ya que Leonel se los llevaba a sus niños, y también sintió con mucha pena su salida de la Iglesia Metodista Pentecostal.
Cuando yo fui trasladado a trabajar a Iquique el año 1987, adelgazó 15 Kg., sentía mucha pena porque pensaba que jamás me volvería a ver, también sufrió mucho cuando me volqué en auto el año 1990 en Iquique y cuando me estafaron en Calama con el negocio de las papas.
Recuerdo que cuando yo tenía 6 años viajábamos a Santiago para ver la posibilidad de operarse de sus piernas, era algo muy difícil y arriesgado, ya que corría el riesgo de quedar inválida para siempre, no se operó y eligió sufrir su estado para salvaguardar los suyos, esto si es valorable y pocas personas toman decisiones tan fuertes.
Acompañaba cuando mis hermanos mayores jugaban football, era su hincha número uno, escucho su voz al recordar sus advertencias a mi tío Mauricio para que no golpeara a Leonidas en la cancha del Rincón de Pataguas, o cuando lo tenía que acompañar mi papá al bus los días lunes porque no podía caminar de tanto golpe recibido.
Sus nietos, como se ponía de contenta cuando llegaban a casa, todos estaban en sus oraciones y a todos bendijo, recuerdo cuando los veranos se llenaba nuestra casa con ellos, fueron días muy felices, también ellos se hicieron presente el día de su sepultación con un poema de amor y mucha ternura.
Esta es la larga lista de los suyos, comenzando por su amado y siempre recordado Mecho.
Gaspar Mercenorio Antonio (casado con Isabel): María Isabel (Mabelita), Yanett del Transito (fallecida recién nacida), Myriam Yanett, Anita Celia.
Octavia Filea(casada con Francisco) ; Juan Francisco, Gonzalo Manuel, Sandro Patricio Antonio, Cristian Elías
Gladys del Transito (fallecida en 1954)
Leonidas de los Santos (casado con María): Isaac Leonidas, Eliseo
Ana Celia (casada con Juan): Francisco Javier, Elizabeth
Manuel Jesús (casado con Bety): Emmanuel, Paula, Yeremi
Adolfo Eugenio (casado con Alicia): Sandra, Paola, Ivonne
Ramona del Carmen (fallecida en 1961)
Jorge Antonio
Leonel Francisco (casado con Inés): Leito, Sofía
Ricardo de los Santos (casado con Myriam): Ricardo Rubén, José Benjamín (su nombre es en honor al Tata Mecho)
Para ella el estar en la Iglesia alabando a su Dios era lo más maravilloso que podía existir, decía: estas son las fiestas en las que quiero estar siempre y no debo perderme de ninguna, y así era, tantos lugares que visitamos juntos MAMA, PAPA y yo, como todos la conocían y realmente la querían, donde entraba era dama de Honor y le daban participación, fue con ella que aprendí a cantar y sobre todo sus alabanzas favoritas “Yo te pido Jesucristo que me mires con piedad” y como no recordar “Por ti oh Cristo”.
Los famosos paseos de la Iglesia, llevábamos de todo ya sea para el parque o posteriormente para el Lago, como sería por si alguno piensa que no tenía humor lea esto, nosotros como jóvenes tratando de impresionar y la Mamá delante de todos nos llamaba a tomar la leche, llevaba los tarros de leche nido y hasta el milo al paseo. Recuerdo que por las noches cuando llegábamos muy tarde de la Iglesia, Leonidas estaba durmiendo y la Mamá punía aceite en un sartén y lo calentaba, sabía que con esto despertaría y querría comer de las cosas ricas que seguramente pensaba traíamos de Colbún, tenía que calentarle hasta porotos ya que le bajaba todo el apetito. Nunca dejó de lado a sus hermanos en la Iglesia muchos de ellos con grandes necesidades siempre estaba a su lado, recuerdo salir de casa incontables veces con el carretón cargado de víveres para alguien, algunos se olvidaron de esto.
Le gustaba que la sacara a pasear, me relaja ver el agua, los paisajes tan lindos me decía, se conformaban con tan poco, era tan sencillo darles alegría y tan difícil que se tornaba hacerlo, siempre le gustaron las cuentas claras, fue un detalle que ninguno de nosotros pudo darle en el gusto.
Hay muchas anécdotas, muchas veces en Manuel Rodríguez se cortaba el agua por que la única bomba que existía se echaba a perder, íbamos con Mamá a buscar agua a Bonanza al Canal en fondos, la teníamos que filtrar y hervir. Los famosos quesos que preparaba, Papá se levantaba antes de las 6 de la mañana para sacar la leche para el desayuno, y este estaba listo a las 8 de la mañana para los regalones, Mamá la preparaba con esa agilidad que siempre la caracterizó, tomábamos leche hasta saciarnos, como olvidar cuando nos daba con harina tostada, cuando preparaba empanadas tenía que hacer varias canastas paperas ya que los comensales arrasábamos con todo. Los días domingo cuando en el barrio se jugaba football nosotros aprovechábamos para vender empanadas y pajaritos dulces que tan ricos los dejaba. El período de cosechas era uno de los más esperados, pero también uno de los más trabajados, por ejemplo la cosecha del trigo, por lo general nos tocaba en horas de la noche, una vez nos llevó a la parcela ropa a las 3 de la mañana, en otra ocasión mi papá se rompió la cabeza y así termino horas después el trabajo. Recuerdo que para las cosechas de maíz varias veces me dejó a cargo y me sentía muy grande. Cuando mi papá regaba la parcela le llevábamos su almuerzo al campo para no perder horas de agua, era muy escasa y se tenían que organizar por turnos. Su jardín, siempre trabajó para que se viera lo más hermoso posible, su huerta siempre debía haber algo allí, sus famosos hornos de barro que ella misma confeccionaba, de allí salían las ricas empanadas, y sus hoyas de greda, con mucha paciencia me decía se hace esto.
Nunca dejó solos a sus hijos siempre que estuvo a su alcance allí estaba y si no podía buscaba la manera de que algo se hiciera, recuerdo cuando Anita tubo el problema de los famosos dulces en el Colegio, allí estuvo ella y exigió que se aclara todo, nunca se achicó ante nada ni nadie, como olvidar cuando alguno de nosotros se tenía que sacar una muela, allí estaba ella con milito caliente y frazadas para llevarnos devuelta a casa. Acaso no debemos recordar esas agüitas de ruda toronjil y palque que siempre nos daba.
Cuando nos trasladamos a vivir a Colbún fue otro día amargo, sucedieron cosa muy penosas esos días y mi papá tomó la buena desición del traslado, no había otra cosa mejor que hacer en ese momento.
Mi primer trabajo, al recordar esto me doy cuenta que siempre estaba preocupada de todo, consiguió una entrevista con el alcalde de Colbún, Gonzalo Varas, una semana después ingresé a Sigdo Koppers.
Los días de invierno era donde más sufría, el frío era uno de sus principales enemigos, sus pobres caderas heridas y mal soldadas le daban mucho dolor, nos abrigabamos con tejas que calentabamos en braseros para poder conservar temperatura, en inviernos crudos cuando la lluvia era muy intensa nos hacia levantarnos a todos para clamar misericordia y que Dios calmara la tormenta.
Cuando reflexiono sobre su partida, siento mucha tristeza, todas las cosas que sucedieron esa noche, tal vez inexplicables, pero todo esto tiene historia y Dios eligió el mejor momento para llevarla, en paz, en tranquilidad y sin nadie que la interrumpiera, me doy cuenta que ninguno de nosotros fue encontrado capacitado de estar con ella en ese momento, esto da mucho para reflexionar y meditar, sería bueno y saludable que cada uno tome lo suyo y medite un poco en ello, en especial nosotros sus hijos, una mujer integra, firme y honrosa, que dio todo por amor, que fue una niña en su vejez, y que supo escuchar su llamado a la presencia de Dios, en quien creyó y a quien amó por sobre todas las cosas.
La Corporación Isaías a través de su Ministerio Cristiano de Evangelización ISAIAS (Dios es mi Salvación) que es uno de los frutos de su Obra, ha considerado oportuno entregar a la opinión pública esta Edición, dando en primer lugar gracias a Dios por la enorme responsabilidad y placer de llevar hasta sus hijos NUEVAS DE GRAN GOZO y en esta oportunidad traer a sus lectores una pequeña reseña de la vida de una bendita mujer que le creyó a su Dios, y que sus hechos seguirán siendo tema del buen hablar por siempre. Fruto de esto soy yo su hijo menor quién vio en su madre Dios mediante el futuro y lo que el Señor puede llegar a hacer en nuestras vidas.
Será recordada por siempre con mucho cariño, respeto y admiración, mi alma se angustia al escribir y traer a la memoria hechos tan profundos que marcaron su existencia, pero a la vez una satisfacción y felicidad tremenda porque se donde se encuentra y lo feliz que ahora es. Una vida de trabajo y sacrificio, sin ningún tipo de comodidades, pero Dios nos conforta al saber que está bien, que disfruta de lo que sembró y que pronto podré correr de la mano junto a ella, cosa que nunca pude hacer mientras estaba en esta vida.
Con mucho amor, cariño, respeto, aprecio y admiración.
Su hijo Ricardo
me a la posteridad las proezas de tu brazo, tu poderío a todos los que han de venir.
ecto, y que en él no hay injusticia.
mano, tiene un extenso y fascinante campo de acción en todo lo relacionado con la vejez, una etapa de la vida que puede ser muy reforzante, positiva y satisfactoria (aunque no sea esa la visión preponderante en la sociedad actual) en la que la colaboración del medio ambiente es esencial.
problema cuando deja de tener un lugar y una función en la sociedad.
mos que pasar, depende en gran parte de nuestra actitud actual, y el trato que la sociedad dé a sus mayores cuando nosotros lo seamos lo construimos entre todos cuando somos jóvenes.
Directora la Señora Aída de Muñoz como también a 
nuestro Pastor René Arriagada de la Iglesia Unida Metodista Pentecostal, quien estuvo con nosotros a pesar de que su esposa nuestra pastora Uverlinda durante esos día partiera en los brazos del Señor.
me a la posteridad las proezas de tu brazo, tu poderío a todos los que han de venir.
ecto, y que en él no hay injusticia.
mano, tiene un extenso y fascinante campo de acción en todo lo relacionado con la vejez, una etapa de la vida que puede ser muy reforzante, positiva y satisfactoria (aunque no sea esa la visión preponderante en la sociedad actual) en la que la colaboración del medio ambiente es esencial.
problema cuando deja de tener un lugar y una función en la sociedad.
mos que pasar, depende en gran parte de nuestra actitud actual, y el trato que la sociedad dé a sus mayores cuando nosotros lo seamos lo construimos entre todos cuando somos jóvenes.
Directora la Señora Aída de Muñoz como también a 
nuestro Pastor René Arriagada de la Iglesia Unida Metodista Pentecostal, quien estuvo con nosotros a pesar de que su esposa nuestra pastora Uverlinda durante esos día partiera en los brazos del Señor.
